El mensaje de Matt Eberflus después del juego “manténganse unidos” después de la derrota de Acción de Gracias de los Chicago Bears ante los Detroit Lions supuestamente no les cayó bien a los miembros del equipo.
En los últimos 32 segundos del juego, los Bears no pudieron usar su último tiempo muerto cuando intentaron preparar un gol de campo para empatar el juego 23-20, pero no les fue bien a la directiva: Eberflus fue despedido. El viernes también perdió a algunos de sus jugadores.
De acuerdo a Adam Jans y Dianna Russini del Athletic, El esquinero capitán del equipo, Jaylon Johnson, estaba “emocionado y enojado” al final del juego y dirigió su enojo hacia Eberflus.
Johnson no fue el único Bear molesto. Según los informes, muchos jugadores y personal se preguntaron por qué no se pidió un tiempo muerto. Claramente, esta no es otra derrota para un equipo 4-8.
“Los muchachos estaban enojados”, dijo un empleado. “Fue el resumen de la temporada”.
“El vestuario estaba feo”, dijo otro empleado. “Hubo muchos gritos”.
El primer jugador dijo: “Como jugadores, sentimos que había demasiadas ocasiones de volver a los partidos y perder debido a un mal momento y a una mala toma de decisiones”.
Según los informes, Eberflus abandonó el vestuario después de su discurso y de los jugadores.
El viernes, Eberflus celebró una videoconferencia programada regularmente con periodistas mientras los altos mandos de los Bears discutían sus próximos pasos. Poco después renunció.
¿Por qué se permitió a Eberflus responder preguntas poco antes de ser despedido? El propietario del equipo, George McCaskey, el presidente y director ejecutivo Kevin Warren y el director ejecutivo Ryan Poles no tomaron una decisión sobre si moverse hasta después de una reunión y advirtieron que se había tomado una decisión si la sesión de prensa de Eberflus se cancelaba o posponía. hecho
Los Bears nunca habían despedido a un entrenador en jefe en una temporada antes del viernes. Eberflus les dio muchas razones para tomar la medida que conduciría al desastre del Día de Acción de Gracias. Una vez que el vestuario se hubo ido, se le acabó el tiempo.