Media década después de que un incendio destruyera la catedral de Notre Dame, el querido monumento de París ha sido restaurado en todo su esplendor.
El primer vistazo del interior terminado, revelado durante una visita del presidente francés Emmanuel Macron, muestra la transformación detallada que combina la preservación cultural con la protección moderna.
La obra maestra gótica reabrirá al culto católico el 8 de diciembre.
Macron elogió a los más de 1.000 artesanos responsables de restaurar el edificio, calificándolo de “proyecto del siglo”.
Limpieza de piedras
La nave de la catedral, alguna vez oscurecida por el hollín y los escombros, ahora irradia la luz del cielo.
La piedra caliza de lutetita pálida, expuesta después de que se han eliminado las capas de suciedad, brilla a la luz del sol que entra a través de las vidrieras restauradas.
El meticuloso proceso de restauración implica limpiar más de 42.000 metros cuadrados de piedra utilizando una innovadora exfoliación de látex que elimina siglos de suciedad sin dañarla.
Restos de la tragedia del altar
En el altar se conserva un maravilloso símbolo del incendio de 2019.
La escultura Piedad de Nicolas Coustou lleva plomo fundido a la mano de Cristo, casi ileso, un triste recordatorio del incendio.
Alrededor del altar, un suelo de piedra cuidadosamente restaurado y una brillante Cruz de Gloria son signos de solidez y renovación. Durante el incendio, brilló horriblemente y volvió a su forma original.
Restauración del órgano más venerable de Francia
El órgano de la catedral, uno de los más grandes de Francia, ha sido objeto de dos años de minuciosa restauración.
Uno de los más grandes de Francia, 8.000 tuberías cubiertas de polvo de plomo fueron desmontadas, limpiadas y completamente ajustadas de oído durante el incendio. El tamaño de cada tubo era desde el de un corral hasta 10 metros. Ahora la alta caja de madera brilla bajo las ventanas del triforio actualizadas.
El instrumento se afina de oído aprovechando la amplia zona del edificio.
Vidrieras y murales de Viollet-le-Duc
Después de décadas de abandono, las 29 capillas de Notre Dame han recibido vívidos detalles.
Se han restaurado intrincados murales, estrellas doradas y motivos brillantes, muchos de ellos creados por el arquitecto del siglo XIX Eugène Viollet-le-Duc.
En particular, la Capilla de San Marcel deslumbra por sus colores brillantes, que algunos comparan con la Capilla Sixtina de Roma. Se encontraron restos de las pruebas de color de innumerables pintores del siglo XIX lijando cada vidriera, rodeada de piedra caliza de lutetita pálida.
Cambiando la escena del incendio
El techo del crucero central del edificio, conocido en espacios religiosos como crucero, fue donde se derrumbó la aguja original en 2019.
Resultó ser una de las restauraciones más difíciles. Las nuevas bóvedas de piedra caliza reproducen diseños medievales con asombrosa precisión.
Los fragmentos de un yube, o mampara de coro, del siglo XIII, encontrados durante las excavaciones, permiten vislumbrar el rico pasado decorativo de la catedral.
Equipado con modernos equipos contra incendios.
Cámaras térmicas, sistemas de nebulización y un suministro de agua reforzado garantizarán que Notre Dame esté completamente protegida contra futuros desastres por incendio.
El tejado presenta carpintería medieval fielmente restaurada junto con modernos sistemas de protección contra incendios.
La nueva aguja, que replica el diseño de Viollet-le-Duc, se elevará 96 metros y honrará al general Jean-Louis Georgelin, quien dirigió la restauración hasta su muerte en 2023.
Su nombre está inscrito en su base, inmortalizando su dedicación al proyecto.
Este artículo contiene información de Associated Press.