La victoria de Donald Trump marcó un cambio dramático en la política exterior estadounidense basada en sus principios de “Estados Unidos primero” de no interferencia, proteccionismo comercial y enfoque en remodelar las relaciones globales. Trump continúa dando forma al panorama político, desde sus reformas económicas internas hasta sus posturas controvertidas sobre cuestiones internacionales.
La cooperación con alianzas clave, en particular con figuras como el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente ruso Vladimir Putin, o el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, ha sido fundamental en su agenda de política exterior.
Trump y Modi: ¿un cambio estratégico?
Bajo la administración de Donald Trump, las relaciones entre Estados Unidos e India entraron en una nueva fase en el primer mandato. Con ambos países liderados por populistas de derecha, Trump y Modi, había un énfasis común en el nacionalismo económico y la autosuficiencia.
India, bajo Modi, ha abrazado la autosuficiencia económica y al mismo tiempo ha profundizado sus vínculos con Estados Unidos. Esta alineación ha jugado un papel importante en la configuración de la estrategia del Indo-Pacífico, especialmente en el contexto de la cooperación en materia de seguridad y defensa.
Como una de las democracias más grandes del mundo, Estados Unidos y la India se han convertido en socios estratégicos en el sector de defensa, particularmente a través de iniciativas como el Acuerdo Básico de Intercambio y Cooperación (BECA). Esta cooperación militar y de inteligencia ampliada ha aumentado considerablemente su influencia en la región, particularmente en el contexto de una China cada vez más poderosa.
Las audaces afirmaciones de Donald Trump contra Rusia y Ucrania
A nivel mundial, la postura de Donald Trump sobre Rusia y Ucrania se ha convertido en un tema de debate. Trump ha dicho a menudo que puede mediar para un fin inmediato de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Según se informa, la estrategia de Trump podría incluir retrasar la membresía de Ucrania en la OTAN y convocar a conversaciones de paz, una propuesta que ha sido discutida en profundidad por sus exasesores de seguridad nacional.
Sin embargo, este enfoque ha sido criticado. Los opositores argumentan que la tendencia de Trump a apaciguar al presidente ruso Vladimir Putin podría poner en peligro la seguridad europea.
El futuro de la OTAN bajo Trump sigue siendo incierto, y a los críticos les preocupa que sus dudas puedan llevar a Estados Unidos a retirarse de la alianza.
Medio Oriente: la “amistad” de Trump con Netanyahu y el conflicto de Gaza
La política de Donald Trump en Oriente Medio ha estado marcada por medidas audaces que potencialmente han cambiado la dinámica de la región.
La campaña de “máxima presión” de Trump contra Irán, su retirada del acuerdo nuclear y su controvertido apoyo a los intereses israelíes han estado entre los signos más visibles de su primer mandato en la Casa Blanca.
En particular, el reconocimiento por parte de Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel y los “Acuerdos de Abraham” que normalizaron las relaciones entre Israel y los países árabes aislaron a los palestinos. Mientras continúa la guerra de Gaza, la posición de Trump sigue sin estar clara. Su afirmación de que el conflicto no escalaría bajo su dirección debido a su postura dura hacia Irán sigue siendo un tema central de su retórica de campaña.
El rompecabezas chino: comercio y seguridad
China sigue siendo un tema importante para la política exterior de Donald Trump. En su primer mandato, llamó a China un “competidor estratégico” e impuso aranceles que desencadenarían una guerra comercial entre los dos países.
La administración de Donald Trump adoptó una postura dura hacia China en su primer mandato, enfatizando la reducción de los desequilibrios comerciales y el regreso de la manufactura a Estados Unidos.
La administración Biden ha continuado en gran medida esta política, manteniendo aranceles y alianzas de seguridad con países como Taiwán.
El enfoque “duro pero impredecible” de Donald Trump hacia China ha generado preocupaciones sobre el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Si bien Trump ha expresado admiración por el liderazgo del presidente chino Xi Jinping, sus políticas indican una competencia estratégica continua, particularmente en Taiwán.
En declaraciones recientes, Trump ha argumentado que, de ser reelegido, no recurriría a acciones militares para impedir el bloqueo de China a Taiwán, sino que confiaría en la presión económica.
Trump sobre la OTAN y la seguridad global
La controvertida postura de Donald Trump sobre la OTAN es que ha acusado a los aliados europeos de liberalizar los compromisos militares de Estados Unidos.— Se han disparado las alarmas en Europa.
Si bien afirmó que sus críticas eran parte de una estrategia de negociación más amplia para presionar a los miembros de la OTAN a cumplir sus objetivos de gasto en defensa, la perspectiva de una retirada de Estados Unidos de la OTAN sigue siendo una preocupación real.
El futuro de la seguridad transatlántica también depende de si el enfoque de Donald Trump es una maniobra táctica o un cambio fundamental en la política exterior estadounidense.
El nacionalismo económico y el proteccionismo de Donald Trump
Las políticas America First de Donald Trump remodelaron la economía estadounidense en 2017 con énfasis en la autosuficiencia y el proteccionismo. Sus recortes de impuestos, en particular la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017, tienen como objetivo fomentar la manufactura y la manufactura local.
Estas políticas fueron acompañadas de esfuerzos para renegociar acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que fue reemplazado por el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, estas políticas también han creado tensiones internacionales, especialmente en las relaciones comerciales con China.
Los aranceles sobre productos chinos han alimentado una disputa comercial global y han dado lugar a medidas de represalia.
La campaña de “máxima presión” de Trump contra Irán y su apoyo a Israel podrían conducir a nuevas dinámicas en Medio Oriente.
El enfoque de Trump en asegurar empleos estadounidenses y reducir el déficit comercial sigue siendo un principio central de su enfoque político y seguirá dando forma a su estrategia económica.
¿Se espera que el mundo experimente un cambio geopolítico bajo Donald Trump?
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca señala un cambio drástico en la política global, particularmente en la política exterior estadounidense. Desde su enfoque hacia China y Rusia hasta su enfoque hacia la OTAN y Medio Oriente, la política de “Estados Unidos primero” de Trump podría dar forma al debate sobre la seguridad global y la estabilidad económica.
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