El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que el ejecutivo de la industria del petróleo y el gas Chris Wright, un firme defensor del uso de combustibles fósiles, sería su elección para dirigir el Departamento de Energía.
Wright es el fundador y director ejecutivo de Liberty Energy, con sede en Denver. Se espera que apoye el plan de Trump para maximizar la producción de petróleo y gas y buscar formas de aumentar la generación de electricidad, cuya demanda está aumentando por primera vez en décadas.
También puede compartir la oposición de Trump a la cooperación global en materia de cambio climático. Wright calificó de alarmistas a los activistas del cambio climático y comparó los esfuerzos de los demócratas para combatir el calentamiento global con el comunismo al estilo soviético.
“No hay ninguna crisis climática y no estamos en una transición energética”, dijo Wright en un vídeo publicado en su perfil de LinkedIn el año pasado.
Wright, que no tiene experiencia política, ha escrito extensamente sobre la necesidad de producir más combustibles fósiles para sacar a la gente de la pobreza.
Se destacó entre los ejecutivos de petróleo y gas por su estilo despreocupado y su autodenominado nerd tecnológico.
Wright causó revuelo en los medios en 2019 cuando bebió líquido de fracking ante la cámara para demostrar su seguridad.
La producción de petróleo de Estados Unidos ha alcanzado el nivel más alto de cualquier país bajo el gobierno de Biden, y no está claro cuánto la aumentarán Wright y la administración entrante.
La mayoría de las decisiones de perforación las toman empresas privadas que operan en terrenos que no son propiedad del gobierno federal.
El Departamento de Energía maneja la diplomacia energética de Estados Unidos, gestiona la Reserva Estratégica de Petróleo -que Trump ha dicho que quiere reponer- y administra programas de subvenciones y préstamos para el desarrollo de tecnología energética, como la Oficina de Programas de Préstamos.
El secretario también supervisa el antiguo complejo de armas nucleares de Estados Unidos, la eliminación de desechos nucleares y 17 laboratorios nacionales.
Si el Senado lo confirma, Wright reemplazaría a Jennifer Granholm, defensora de los vehículos eléctricos, las fuentes de energía emergentes como la energía geotérmica y la energía eólica, solar y nuclear sin carbono.
Wright también podría ocuparse de permitir la transmisión de electricidad y expandir la energía nuclear, una fuente de energía popular tanto entre republicanos como demócratas pero costosa y complicada de autorizar.
La demanda de electricidad en Estados Unidos está aumentando por primera vez en dos décadas en medio del auge de la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos y las criptomonedas.