La muy publicitada y retrasada pelea en vivo de Netflix entre Mike Johnson y Jake Paul esta noche recibió algunos golpes incluso antes de que el ex campeón de peso pesado y YouTuber convertido en boxeador subiera al ring.
Desde el inicio de los juegos preliminares en el estadio AT&T en Arlington, TX, el transmisor se ha estado congelando, perdiendo sonido y tardando en recargarse. Si bien Netflix no está tan roto como cuando Luke Cage se lanzó en octubre de 2016, el audio en la transmisión se cortó repetidamente y la calidad de la imagen cayó repetidamente a píxeles oscurecidos.
Los fanáticos de las peleas de todo el país recurrieron a las redes sociales para expresar sus quejas.
“Esto es en vivo #Netflix Terrible, escribió @Cali_Baba en X/Twitter al comienzo de gran parte de la pelea. “Buffering encendido y apagado, imagen pixelada, sonido amortiguado”, dijo en la denuncia del viernes. “Querían un gran evento y lo están pensando. Si hubiera comprado un abono para este evento, habría exigido un reembolso mañana a primera hora.
La pelea de anoche entre Ted Sarandos y Greg Peters fue el evento deportivo en vivo más espectacular jamás realizado por Netflix, pero el transmisor no comentó sobre las dificultades técnicas. Aún así, el propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, lo dijo todo cuando su micrófono se cortó en el estadio cuando el jefe de la NFL elogió trabajar con Netflix.
Tyson, de 58 años, y Paul Dukes, de 27, están a punto de participar en su primera pelea profesional en casi 20 años, mientras que Katie Taylor y Amanda Serrano pelean por los títulos de la FIB y la AMB. Títulos del CMB y la OMB. Si bien Paul es visto como el favorito contra el hombre conocido como Iron Mike, Serrano tiene ventaja sobre el irlandés en una revancha después del cartel principal del Madison Square Garden de 2022.
En ese sentido, lo digital tropieza y, sin embargo, la pelea de hoy se parece a las clásicas peleas de Tyson de las décadas de 1980 y 1990, al menos en términos de formato.
Al igual que con los juegos de HBO en años anteriores, la cobertura de Netflix del juego incluyó entrevistas en el vestuario de Paul y Tyson, incluida una toma de él saliendo con la espalda expuesta en su suspensorio. Podríamos haber prescindido de esa jorobada”, dijo Rosie Pérez en su comentario.
Para algunos, las imágenes quedaron atrapadas en sus pantallas y en sus mentes.