El Partido Conservador británico eligió el sábado a Kemy Badenoch como su nuevo líder, buscando recuperarse de una derrota electoral que puso fin a 14 años en el poder.
Badenoch derrotó al legislador rival Robert Jenrich en una votación a la que asistieron casi 100.000 miembros del partido de centroderecha. Es la primera mujer negra en liderar un importante partido político británico.
Badenoch sucede al ex primer ministro Rishi Sunak, quien llevó a los conservadores a su peor resultado electoral desde 1832 en julio. Los conservadores perdieron más de 200 escaños, hasta 121.
El nuevo líder tendrá la difícil tarea de intentar reconstruir la imagen del partido después de años de división, luchas internas y agitación económica, respondiendo a las políticas del Primer Ministro laborista Key Starmer en cuestiones clave como la economía y la inmigración, y además devolverá el los conservadores al poder en las elecciones. Hasta 2029.
Badenoch, que fue secretario de Negocios en el anterior gobierno conservador, nació en Londres de padres nigerianos y pasó la mayor parte de su infancia en este país de África occidental.
El exingeniero de software de 44 años se describe a sí mismo como un disruptor, que aboga por una economía de libre mercado y con bajos impuestos y promete “reiniciar, reiniciar y reprogramar” el Estado británico.
Badenoch, crítico del multiculturalismo y autoproclamado enemigo del renacimiento, ha sido criticado recientemente por decir que “no todas las culturas son igualmente válidas” y que la remuneración por maternidad es excesiva.
En una carrera que duró más de tres meses, los legisladores conservadores redujeron el campo de seis candidatos en una serie de votaciones antes de colocar a los dos últimos candidatos entre los miembros más amplios del partido.
Ambos finalistas provenían del ala derecha del partido y argumentaron que podían recuperar votantes de la reformadora Gran Bretaña, un partido antiinmigrante de extrema derecha liderado por el político populista Nigel Farage, que ha devorado a los conservadores.
Pero el partido también ha perdido muchos votantes frente a los victoriosos laboristas y los centristas liberales demócratas, y algunos conservadores temen que un movimiento de derecha aleje al partido de la opinión pública.