La crítica que Ishiba secuestra es que los políticos en Japón, como en cualquier democracia, hacen promesas de campaña que cambian cuando se enfrentan a las realidades de la gobernanza.
Fuente
La crítica que Ishiba secuestra es que los políticos en Japón, como en cualquier democracia, hacen promesas de campaña que cambian cuando se enfrentan a las realidades de la gobernanza.
Fuente