Las autoridades turcas arrestaron a nueve personas como parte de una investigación sobre un incendio en una estación de esquí en las montañas de Bolu que mató a 76 personas e hirió a decenas más.
El miércoles se celebraron varios funerales para las familias, incluidos muchos niños, que murieron en el incendio del martes que obligó a los huéspedes del hotel, presas del pánico, a saltar por las ventanas en mitad de la noche.
“Nuestros corazones y mentes están sufriendo y estamos tratando de cumplir con nuestro deber ahora”, dijo el presidente Tayyip Erdogan en el funeral de ocho víctimas en la ciudad de Bolu, en el oeste de Turquía.
“Deseo paciencia para toda la familia y nuestra nación”. Según el gobierno, los cuerpos de 45 víctimas han sido entregados a sus familiares y se están realizando pruebas de ADN para identificar al resto.
El incendio se produjo en el Grand Kartal Hotel de la estación de esquí de Kartalkaya, un hotel de 12 plantas con 238 huéspedes registrados. Fue envuelto en llamas después de que el incendio estallara en el suelo del restaurante alrededor de las 03:30 hora local (19:30 del lunes).
Los funcionarios han sido cada vez más criticados por las medidas de seguridad del hotel, y los sobrevivientes dijeron que no escucharon una alarma de incendio en el momento del incidente.
Los visitantes dijeron que tuvieron que recorrer los pasillos llenos de humo en completa oscuridad, y otros sobrevivientes describieron escenas de pánico mientras huían de los pasillos llenos de humo.
El hotel se comprometió a cooperar plenamente con la investigación y dijo que estaba “profundamente entristecido por la pérdida”.
En un funeral en Ankara, los ataúdes de una familia de cinco miembros estaban alineados en la mezquita central Ahmet Hamdi Akseki.
Según un testigo de Reuters en el funeral, los padres, un médico y un profesor, habían ido a Kartalkaya a esquiar con sus tres hijos durante las vacaciones del instituto.
Según la prensa local, al menos 20 de las víctimas del incendio son niños.
El presidente Tayyip Erdogan declaró el miércoles día de luto nacional tras la tragedia, que se produjo en plena temporada turística de invierno, cuando familias de Estambul y Ankara viajaban a las montañas de Bolu para esquiar.
