TEL AVIV – Edificios quemados y escombros es todo lo que queda de miles de palestinos desplazados que regresaron a pie al norte de Gaza esta semana después de más de un año.
“Como pueden ver, todo está destruido. No queda nada”, dijo Asma Qoud a un equipo de NBC News el lunes mientras se alojaba en el campo de refugiados de Jabalia.
“Todo ha sido destruido: nuestras casas y nuestros corazones”, dijo Qaoud, de 32 años, sentado frente a un edificio en ruinas rodeado de escombros.
Fue uno de los miles de palestinos desplazados que regresaron al norte de Gaza después de que el domingo entrara en vigor un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que puso fin a una ofensiva de 15 meses de las fuerzas israelíes en el enclave. En los primeros días de la tregua fueron liberados los primeros rehenes tomados por Hamás en Gaza, así como los palestinos detenidos bajo custodia israelí.
de acuerdo a Naciones Unidas, Alrededor del 90% de la población de Gaza (alrededor de 1,9 millones de personas) fue desplazada de sus hogares y obligada a vivir en tiendas de campaña y otros refugios temporales. Las Naciones Unidas estimaron anteriormente que alrededor del 60 por ciento de la infraestructura de Gaza, incluidas escuelas y hospitales, había sido destruida.
Los videos tomados por NBC News desde todo el enclave mostraron escenas similares de edificios cubiertos de ceniza y calles llenas de escombros de casas y tiendas. La Defensa Civil de Gaza anunció en una publicación de Telegram el martes que el lunes se recuperaron 66 cuerpos de los escombros en toda Gaza.
Como a muchos otros, la guerra le costó a Qoud más que su casa.
“Mi hermano fue asesinado”, dijo a NBC News, explicando que encontró su cuerpo cuando regresó al campo de refugiados de Jabalia. Mientras tanto, su marido sigue recluido en una prisión israelí mientras ella intenta decidir dónde dormir y cómo serán los próximos días y semanas.
Más de 47.000 personas han muerto en la ofensiva israelí en Gaza, según funcionarios de salud locales, pero los investigadores estiman que el número de muertos es significativamente mayor, y miles de personas siguen desaparecidas y sepultadas bajo los escombros.