Esas tres palabras convencieron a Eli Bibas de que algo terrible le había sucedido a su familia. “Te amo”, le escribió su hijo Yarden el 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamás irrumpieron en el kibutz en el sur de Israel, donde vivía con su esposa y sus dos hijos pequeños.
Bibas, que vive en otro kibutz a 20 kilómetros de distancia, le rogó a su hijo que le contara más. No obtuvo respuesta. Al observar los ataques por televisión, Bibas vio a su nuera Shiri y a sus dos nietos capturados y llevados a Gaza. Más tarde se entera de que tuvo un hijo. Yarden se entregó a Hamas con la creencia errónea de que así evitaría el secuestro de su esposa e hijos, dijo Bibas, un rehén que luego se reunió con su hijo en Gaza.
Bibas, con su distintivo cabello rojo, rápidamente se convirtió en la rehén israelí más famosa y querida desde que sus nietos eran muy pequeños. En el momento del ataque, Ariel, que tenía cuatro años, amaba los tractores, las bicicletas y al superhéroe Batman. Kfir, de nueve meses, fue la persona más joven tomada como rehén el 7 de octubre. Acababa de empezar a gatear cuando lo secuestraron.
“Pienso en ellos todos los días, cada minuto, cada hora”, nos dijo Eli Bibas al fotógrafo Keith Geraghty y a mí en Tel Aviv en octubre, en vísperas del primer aniversario de los ataques. “Ojalá no tengamos que esperar un año más para que regresen a casa”.
Tres meses después, la tortuosa espera de Bibas finalmente llegará a su fin. Todos los miembros de su familia fueron incluidos en la lista de nombres que se anunciarán en la primera fase del acuerdo de paz firmado por Israel y Hamás el jueves. Según se informa, Hamas acordó liberar a 33 rehenes a partir del domingo a cambio de un alto el fuego, la liberación de cientos de prisioneros palestinos y una mayor ayuda humanitaria a Gaza.
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Nos reunimos con Bibas en la sede del Foro de Familias Desaparecidas y Rehenes, el grupo más grande que hace campaña por la liberación de los rehenes de Gaza. Muchos miembros de este grupo han sido muy críticos con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien cree que pudo haber llegado a un acuerdo casi idéntico meses antes. Un grupo independiente y más conservador de familias de rehenes, conocido como Foro Tikva, dijo que estaba “profundamente preocupado” por el acuerdo porque no garantizaría la liberación de todos los rehenes y podría permitir que Hamás permaneciera en el poder en Gaza.
Cuando lo conocimos en Tel Aviv, Bibas confiaba en que su hijo Yarden, de 35 años, estaba vivo. Tenía confianza en su nuera y sus nietos. Se suponía que debían ser liberados según el acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2023, pero no fue así. El brazo armado de Hamas, las Brigadas al-Qassam, afirmó que tres personas murieron en ataques aéreos israelíes, pero no presentó pruebas. Bibas encontró cierto consuelo en el hecho de que Hamás había afirmado anteriormente que el rehén estaba muerto, para luego demostrar que eso no era cierto. “Hasta que tengamos confianza, estaremos esperando un milagro”, afirmó.
Cuando se le preguntó si había perdido la esperanza, respondió: “No, no se me permite”.