Junto con equipos de otros estados y de México, cientos de reclusos del sistema penitenciario de California están ayudando a combatir el incendio.
Unos 950 bomberos encarcelados fueron enviados “para cortar las líneas de fuego y retirar combustible para frenar la propagación del fuego”, según una actualización del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California.
Aunque el estado ha dependido durante mucho tiempo del trabajo penitenciario para combatir incendios, la práctica es controvertida porque los reclusos reciben mal pago por el trabajo arduo y peligroso. Según el Departamento Correccional, a los reclusos se les paga hasta unos 10,24 dólares por día, más un extra por turnos de 24 horas.
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AP.