Ya sea que se trate de una búsqueda del tesoro, de ayudar a un jugador o de rescatar insectos, los recogepelotas son los héroes anónimos del Abierto de Australia. Y el torneo de este año tendrá más contenido que nunca.
En el torneo de este año fueron seleccionados 428 niños afortunados. El grupo incluye gente de toda Australia, así como visitantes internacionales de torneos en China, Corea y Francia.
Aunque el equipo no recibe ningún pago, recibe alguna compensación en forma de obsequios y premios. Pero es difícil poner precio a los recuerdos que crearán durante las próximas tres semanas.
Más de mil jóvenes aspirantes de entre 12 y 15 años levantaron la mano en el Open de este año. Los solicitantes pasan por un extenso proceso de prueba antes de pasar el corte.
Ivy, de doce años, es la tercera jugadora de la familia Chaponnel, con su padre y su hermano a la cabeza.
“Mi familia es una familia de tenistas. Siempre buscamos un hit y todos jugamos”, dice Ivy. “Estoy agradecido de estar aquí. Mis padres me llevaron a mis exámenes y mi papá y mi hermano realmente me ayudaron a practicar.
Los gemelos idénticos Luca y Joseph Desmond, de trece años, son entusiastas tenistas y están encantados de haber sido seleccionados para su primer Abierto de Australia.
“Empezamos a ir a la cancha con muchas otras personas… Eran muchos deportes como correr y sacar”, dijo Joseph.