Sábado, 4 de enero de 2025 – 17:19 WIB
Jacarta – United States News & World Report publicó su lista de las mejores dietas para 2025. Por octavo año consecutivo, la dieta mediterránea ocupa el puesto más alto. La dieta mediterránea obtiene una puntuación de 4,8 sobre 5 según varios parámetros, incluido el perfil nutricional, los beneficios para la salud, la sostenibilidad y la eficacia basada en la evidencia.
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“La dieta mediterránea se centra en la calidad y el estilo de vida más que en un solo nutriente o grupo de alimentos. Muchos estudios han demostrado que este patrón dietético puede reducir el riesgo de algunas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Reduce el riesgo de enfermedades al mismo tiempo que mejora la longevidad y la calidad de vida, según el informe. tiempos indiosSábado 4 de enero de 2024. ¡Desplácese para conocer todos los detalles!
Mientras tanto, la segunda dieta más popular es la dieta DASH, comúnmente conocida como dieta saludable para el corazón. Una dieta semivegetariana o dieta flexible ocupa el tercer lugar en la lista, seguida de la dieta MIND, la dieta MayoCLinic, la dieta TLC, la dieta Menopausia y otras.
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La dieta mediterránea se considera la más saludable porque apoya un enfoque holístico y sostenible de una alimentación saludable, al tiempo que enfatiza los alimentos ricos en nutrientes. Este plato dietético suele proceder de la cocina tradicional de todos los países ribereños del mar Mediterráneo.
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Esta dieta se centra principalmente en frutas y verduras frescas, cereales integrales y frutos secos. Las grasas saludables, como el aceite de oliva, son un ingrediente importante que puede ayudar a proteger el corazón y reducir la inflamación.
Las fuentes ricas en proteínas magras provenientes del pescado y las nueces pueden mejorar la salud muscular y los ácidos grasos omega-3, que respaldan la función cerebral y la salud cardiovascular. Las carnes rojas y los alimentos procesados se consumen en cantidades limitadas porque contienen grasas saturadas y aditivos nocivos.
La dieta mediterránea también incluye un alto consumo de fibra procedente de cereales integrales y verduras, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y a controlar el azúcar en sangre. Otros alimentos típicos son las bayas y las verduras de hojas verdes, que constituyen los componentes principales de esta dieta mediterránea y, por tanto, protegen contra enfermedades crónicas al combatir el estrés oxidativo.
La base de la dieta mediterránea son los alimentos frescos, sabrosos y saludables, como más verduras, frutas, cereales integrales y frutos secos. Si quieres comer ensalada, puedes agregar pepinos, tomates y vegetales de hojas verdes, o la sopa de lentejas queda deliciosa combinada con pan de trigo. El aceite de oliva puede ser un aceite esencial y usarse como aderezo con beneficios para la salud del corazón.
En esta dieta también se incluyen fuentes de proteínas magras como pescado, otros mariscos, guisantes y lentejas. Mientras tanto, la leche se puede consumir en porciones moderadas, normalmente en forma de yogur o queso, para aportar una textura cremosa y enriquecer el sabor.
Los frutos secos y las semillas, como las almendras o las semillas de girasol, son excelentes aderezos o refrigerios. Se pueden agregar hierbas y especias frescas como albahaca, orégano y ajo a los platos sin sal.
La carne roja debe consumirse con moderación y los alimentos dulces deben sustituirse por frutas naturalmente dulces. La dieta mediterránea no se trata sólo de comida, sino que enfatiza la calidad sobre la cantidad. Combinada con un estilo de vida activo, esta es una forma buena y sostenible de apoyar la salud a largo plazo.
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La dieta mediterránea también incluye un alto consumo de fibra procedente de cereales integrales y verduras, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y a controlar el azúcar en sangre. Otros alimentos típicos son las bayas y las verduras de hojas verdes, que constituyen los componentes principales de esta dieta mediterránea y, por tanto, protegen contra enfermedades crónicas al combatir el estrés oxidativo.