La NFL ha publicado un comunicado oficial de seguridad para el Super Bowl LIX, programado para realizarse en poco más de un mes en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.
Tras los mortíferos ataques terroristas de Nochevieja en NO, la liga asegura a los espectadores y participantes que ya desde años antes del incidente estaba preparando una seguridad “integral” para el evento.
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“Estamos profundamente entristecidos por la noticia del terrible suceso ocurrido en Nueva Orleans”, dice el comunicado. “Nuestros pensamientos están con las víctimas, la comunidad de Nueva Orleans y todos los afectados”.
“La NFL y el comité anfitrión local han estado trabajando con agencias locales, estatales y federales durante los últimos dos años”, continúa. “Y hemos desarrollado planes de seguridad integrales. Estas sesiones de planificación continuarán como lo hacen para todos los eventos importantes de la NFL, y estamos seguros de que los asistentes tendrán una experiencia segura y agradable del Super Bowl”.
La tragedia se produce en vísperas de un año importante para Nueva Orleans, ya que la ciudad busca albergar el undécimo Super Bowl récord de Miami. El último Super Bowl se celebró en Nueva Orleans en 2013.
El Sugar Bowl se pospuso a raíz del trágico ataque terrorista del día de Año Nuevo que mató al menos a 10 personas e hirió a más de 30. El partido, originalmente programado para el miércoles a las 8:45 p.m. ET, ahora se jugará a la misma hora el jueves por la noche.
El ataque ocurrió alrededor de las 3:15 a. m. en el Barrio Francés de Nueva Orleans, cuando, según los informes, el sospechoso condujo una camioneta alquilada entre la multitud en Bourbon Street y esquivó las barreras.
Luego, el conductor salió del automóvil y abrió fuego contra los agentes que respondieron antes de ser asesinado a tiros por los agentes del orden.
Las autoridades han identificado al sospechoso como Shamsud-Deen Jabbar, un ciudadano estadounidense de Texas de 42 años. El FBI identificó una bandera de ISIS en el coche y está investigando si Jabbar tiene vínculos con el grupo terrorista.
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Entre las víctimas se encontraba Tiger Bech, de 28 años, ex jugador de fútbol de Princeton y corredor de la All-Ivy League. Bech jugó para los Princeton Tigers de 2016 a 2018.
Las autoridades evaluaron el incidente como un ataque terrorista. También se encontraron armas y artefactos explosivos improvisados en el auto de Jabbar, y el FBI está trabajando para establecer sus vínculos con organizaciones terroristas.
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