Un correo electrónico enviado por DFAT a los australianos registrados en Vanuatu y visto por la AAP instaba a quienes se encontraban fuera de Port Vila a esperar hasta que los vuelos comerciales estuvieran disponibles.
Al menos 16 personas murieron y al menos 200 resultaron heridas después de que un terremoto de magnitud 7,3 sacudiera Port Vila el martes, causando estragos en la ciudad y sus alrededores.
A medida que continúan las operaciones de búsqueda y rescate, se espera que aumente el número de víctimas y heridos.
También se avecina una crisis de salud, ya que los trabajadores humanitarios creen que unas 20.000 personas en la isla podrían no tener acceso a agua potable.
Brecht Mommen, especialista en agua, saneamiento e higiene de UNICEF con sede en Vanuatu, advirtió que la enfermedad podría propagarse.
“Es una carrera contra el tiempo organizar camiones cisterna para esas zonas para evitar un segundo desastre, que será una epidemia de diarrea”, afirmó.
Aún se desconoce el alcance de los daños a la infraestructura hídrica de Port Vila y el cronograma de las reparaciones es incierto.
Las agencias de ayuda también han notado dificultades con el número oficial de muertos, ya que no todos han sido hospitalizados y algunos residentes heridos están atrapados o huyen del Hospital Central de Vila, el principal centro médico.
Según las Naciones Unidas, unas 1.000 personas han sido desplazadas.
Los esfuerzos de socorro se enfrentan a serios desafíos debido a los cierres de carreteras, los atascos de tráfico y las redes de comunicación limitadas.
El presidente Nikenike Vurobaravu instó a la población a tener cuidado en las zonas propensas a deslizamientos de tierra y advirtió sobre “peligros humanos” tras las fuertes lluvias.
“Asegúrate de que tu familia esté segura [and] ayudarnos unos a otros en estos tiempos difíciles por el bien de la nación”, dijo en un discurso en la página de Facebook de la empresa nacional de radio y televisión.
La lluvia podría exacerbar los deslizamientos de tierra provocados por el terremoto, incluido un gran deslizamiento de tierra que bloqueó el principal puerto marítimo de Vanuatu.
A medida que continúan los vuelos humanitarios, los informes de los medios locales dicen que se espera que el aeropuerto de Port Vila vuelva a abrir para operaciones comerciales el domingo.
AAP