En el último informe espectacular de Screen Australia, el gasto total de la industria para 2023-24 ha caído un dramático 29% a 1.700 millones de dólares australianos (1.080 millones de dólares), según Screen Producers Australia (SPA).
La crisis está afectando a varias áreas, incluida una reducción significativa en la transmisión de dramas y la asistencia al teatro. Las inversiones en títulos australianos cayeron un 18%, de 1.128 millones de dólares australianos a 929 millones de dólares australianos, mientras que el número de reproducciones cayó de 120 a 99. Los dramas en abierto fueron los más afectados, con una caída del gasto del 32%.
El servicio de streaming local Stan emergió como el principal comisionado con 12 títulos, mientras que las plataformas internacionales mostraron una presencia limitada. Netflix y Binge respaldaron cada uno cuatro títulos, mientras que Paramount+ y Prime Video contribuyeron con dos proyectos cada uno.
El director ejecutivo de SPA, Matthew Diner, destacó el impacto de las plataformas de transmisión no reguladas en la industria. “Estas cifras muestran la continua frustración de los australianos con el negocio internacional de streaming que altera el ecosistema de pantalla existente”, dijo Diner.
El informe identificó una serie de tendencias, incluida una caída del 42% en el gasto en cines australianos y una caída del 28% en el gasto en títulos de TV/VOD para niños. En 2023/24 solo se realizaron ocho títulos dramáticos, cinco de los cuales provinieron de ABC, con el contenido infantil particularmente afectado.
La SPA pidió la intervención del gobierno para regular el contenido de los servicios de streaming y aumentar la financiación para las emisoras públicas ABC y SBS. La organización planea trabajar con los partidos principales para abordar los problemas de la industria antes de las próximas elecciones.
Según la SPA, la disminución marca la primera vez en casi 70 años que las plataformas de contenido de pantalla de Australia han operado sin regulaciones efectivas de contenido local. La organización advirtió que, a menos que se tomen medidas inmediatas para estabilizar el sector, la dramática vulnerabilidad de Australia aumentará en los próximos años.