El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en un discurso televisado el jueves por la noche que completaría su mandato de cinco años, que expira en 2027, a pesar de la presión para que dimitiera cuando su gobierno colapsó. El gobierno fue derrocado el miércoles después de que el parlamento aprobara una moción de censura contra el primer ministro Michel Barnier.
Fue la primera vez que un gobierno francés fue rechazado por el parlamento en más de 60 años, desde que el gobierno de George Pompidou fue derrotado en 1962.
Los enemigos más feroces de la política francesa, el Nuevo Frente Popular de extrema derecha e izquierda de Marine Le Pen, todavía populista, se han unido para derrocar al gobierno de Barnier después de que éste utilizó poderes especiales para implementar un presupuesto de austeridad para el próximo año. sin votar. A favor del proyecto votaron 331 personas, superando las 288 requeridas para su aprobación.
El gobierno está “confundido”, dijo Macron, “por primera vez en 60 años porque los partidos de extrema derecha y extrema izquierda se han unido en un frente antirrepublicano”. “Nunca aceptaré la irresponsabilidad de otros, especialmente de los miembros del parlamento que conscientemente decidieron derrocar el presupuesto y el gobierno franceses apenas unos días antes de Navidad”, dijo Macron.
El exnegociador del Brexit Barnier, nombrado primer ministro hace tres meses, presentó su dimisión el jueves. El gobierno de Barnier, el de menor duración de la Quinta República, se formó tras elecciones parlamentarias anticipadas. Estas fueron convocadas por Macron, quien decidió disolver la cámara baja del parlamento después de las elecciones europeas, en las que el partido de extrema derecha Asamblea Nacional ganó terreno histórico y llegó al poder de manera aplastante.
Si bien la coalición de izquierda del Nuevo Frente Popular (incluido el partido de izquierda radical La France Insoumise) obtuvo sorprendentemente más escaños que la derecha, ningún partido político se acercó a la mayoría en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias. Aun así, el nombramiento de Barnier, un destacado conservador republicano, provocó un revuelo dentro de la clase política de izquierda, que acusó a Macron de ser antidemocrático e ignorar los resultados de las elecciones parlamentarias. La actual agitación política en Francia refleja hasta qué punto la Asamblea Nacional se ha dividido tras estas elecciones.
El país también se enfrenta a un déficit presupuestario de 157.390 millones de euros en octubre. Así, el impopular presupuesto de Barnier incluía 60 mil millones de euros para reducir el déficit.
“Confío (a este nuevo primer ministro) la tarea de formar un gobierno de intereses comunes, en el que estarán representadas todas las fuerzas políticas que puedan participar o al menos no condenarlo”, dijo Macron. Añadió que sería la “prioridad presupuestaria” del primer ministro.
Al describir el voto de censura como “censura”, Macron dijo que se presentaría un proyecto de ley temporal al parlamento a mediados de diciembre para “garantizar la continuidad de los servicios públicos y la vida del país, como exige nuestra constitución”. “
“Este proyecto de ley de excepción permitirá que las decisiones tomadas en 2024 se apliquen en 2025”, afirmó, añadiendo que “espera que una mayoría lo apruebe en el Parlamento”. También espera que el nuevo gobierno prepare un nuevo presupuesto a principios de 2025.