Como sabemos por décadas de representaciones ficticias, el espionaje requiere una profunda dualidad. Como resultado, quienes ejercen esta profesión tienen dificultades para mantener relaciones con los demás. Sin embargo, las personas con cualquier nivel de inteligencia emocional necesitan compañía, aunque sea su factor definitorio. En el thriller de espías británico Black Doves, creado por Joe Barton, de Netflix, los espectadores conocen a Helen Webb (una maravillosa Keira Knightley), esposa del Ministro de Defensa británico y madre de dos niños pequeños cuya vida parece bastante buena. Sin embargo, hay más en Helen de lo que parece. Durante los últimos diez años, ha trabajado para Black Doves, una organización secreta de espionaje que vende secretos del gobierno británico al mejor postor. Helen trabaja incansablemente para mantener su operación a flote, pero una relación extramatrimonial la lleva a una tensa y compleja red de conspiración y encubrimiento que involucra a múltiples gobiernos y organizaciones. El retorcido thriller de la serie Black Doves es un viaje divertido, conmovedor y vertiginoso hacia la amistad y la conexión.
“Black Doves” se estrena en Londres en Nochebuena. Helen está en casa peleando con sus gemelos por la fiesta anual de la oficina de su marido Wallace (Andrew Buchan). En la fiesta todo es alegre y alegre hasta que una mujer de pelo gris se acerca a la pareja. Los espectadores saben que esta mujer es la Sra. Reed (Sarah Lancashire, “Happy Valley”, entre muchos otros créditos), la brillante maestra de espías de Black Doves. Fuera de la fiesta, en el pasillo, la señora Reid le informa a Helen que su amante Jason (Andrew Koji) ha sido asesinado. Aunque Helen tenía una expresión de angustia en su rostro, rápidamente la ocultó, asegurándole a la señora Reid que Jason no sabía nada sobre su línea de trabajo. Por supuesto, esta información no se esconde bajo la alfombra. Helen se convierte en una mujer decidida a descubrir quién mató a Jason y por qué. Justo cuando la señora Reid está a punto de convertirse en su espía definitiva, Sam (Ben Whishaw), un asesino y viejo amigo de Helen, es llamado a regresar a Londres después de una larga pausa y se le ordena mantener a Helen y a la organización a salvo.
Tonalmente, “Black Doves” se distingue de muchos thrillers de espías. Con un telón de fondo de Londres nevado, luces navideñas y música festiva, el espectáculo presenta giros cómicos entretejidos a lo largo de la acción de alto voltaje. Además de estos momentos de ligereza, la serie sigue siendo convincente porque ofrece a los espectadores una ventana al pasado. La parte 2, Little Black Pigeon, se estrenará en 2014. Revela un poco sobre la verdadera identidad de Helen, cómo fue acogida bajo el ala de la Sra. Reed y cómo Wallace se convirtió en su ícono. Los espectadores también aprenderán por qué Sam rompió con las Palomas Negras para convertirse en un asesino y cómo se fortalece su amistad con Helen.
El episodio 3 de “The Coming Night” tiene un flashback de 2017. En una escena increíblemente conmovedora, Sam lleva a su conmocionado y destrozado compañero Michael (Omari Douglas) a un lugar seguro durante un tiroteo inesperado y sangriento en su apartamento. Obligado a revelarle su verdadera profesión a Michael con flechas recorriendo la pantalla, la bondad y el amor de Sam por su belleza son evidentes cuando Michael, tembloroso, se aferra al hombro de Sam. Esta secuencia examina el impacto psicológico de estas ocupaciones de alto riesgo y muestra por qué el trabajo es tan embriagador para personas como Helen y Sam.
Si bien las actuaciones y el ritmo de la serie son de primera categoría, la compleja red en el centro de “Black Doves” se enreda con el final de temporada “Midwinter”. Un diagrama visual habría ayudado a mantener a raya el gran desorden de pistas, figuras importantes y organizaciones. Las cosas se vuelven tan confusas que el público indudablemente pasa mucho tiempo retrocediendo y reconstruyendo las cosas hasta que las conexiones encajan.
Aún así, en medio de las desventuras del misterio, el vínculo entre Helen y Sam impulsa la historia. Esta pareja tiene especialidades muy diferentes, pero la confianza y las relaciones a largo plazo les permiten trabajar como ancla el uno para el otro. Sam y Helen rara vez muestran vulnerabilidad, pero siempre pueden conectarse entre sí a través de una mirada o una sugerencia.
A pesar de su trama demasiado complicada, Black Dove es entretenida y emocionante. Hay tiroteos, explosiones y secuestros, pero en el centro de la historia está el deseo de Helen de ver quién es ella en lugar de la máscara que con tanto cuidado ha cultivado. Si bien algunas revelaciones de la serie son obvias, otras sorprenderán a los espectadores. Sin duda, estos puntos de la trama abrirán la historia para una segunda temporada igualmente intensa (Netflix ya renovó el programa para la temporada 2) con apuestas cada vez más altas. Después de todo, no todos los cabos sueltos se pueden atar en un bonito lazo.
Black Doves se estrena en Netflix el 5 de diciembre.