La agitación se produce después de que el comisionado de policía de las Bahamas, Clayton Fernander, renunciara tras las revelaciones de una amplia conspiración de narcotráfico en Estados Unidos que involucra a funcionarios corruptos de las Bahamas.
El primer ministro Philippe Brav Davies anunció la dimisión de Fernander el miércoles, citando la necesidad de reformas estructurales.
“Estamos tomando medidas importantes para restablecer la confianza y la responsabilidad”, dijo Davis al Parlamento, confirmando que no se habían presentado cargos contra Fernander.
Sin embargo, Davis insinuó cambios de liderazgo adicionales en los próximos días como parte de un esfuerzo más amplio para reconstruir la reputación de la Real Fuerza de Policía de las Bahamas.
Semana de noticias se ha comunicado con la Real Fuerza de Policía de las Bahamas para solicitar comentarios por correo electrónico.
¿Cuales son los cargos?
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha descubierto un importante plan de importación de cocaína por parte de funcionarios corruptos del gobierno de las Bahamas, incluidos miembros de la Real Fuerza de Policía de las Bahamas y de la Real Fuerza de Defensa de las Bahamas.
Según la acusación, los traficantes contrabandearon toneladas de cocaína a Estados Unidos a través de las Bahamas utilizando información privilegiada sobre las operaciones de la Guardia Costera y la vigilancia de los principales aeropuertos.
Los sobornos oscilaron entre 10.000 y 2 millones de dólares y permitieron enviar 600 kilogramos (1.320 libras) de cocaína a través del principal aeropuerto internacional de las Bahamas. La acusación alega que desde mayo de 2021, la operación ha contrabandeado drogas a través del archipiélago con la ayuda de funcionarios locales corruptos.
¿Cómo responderán las Bahamas?
Fernander, quien renunció bajo una creciente presión a principios de esta semana, prometió tomar medidas enérgicas contra la corrupción en la policía. Respaldó la supervisión civil independiente de la policía propuesta por el gobierno y esbozó nuevas medidas, incluido un sistema de denuncia de irregularidades encriptado para fomentar la denuncia anónima de irregularidades.
“La cultura de corrupción que ha permeado a la Real Fuerza de Policía de las Bahamas no surgió de la noche a la mañana”, dijo Fernander el lunes. “Pero a partir de hoy, redoblaremos nuestros esfuerzos para destruirlo”.
El gobierno aún no ha nombrado al sucesor de Fernander, pero Davis dijo que reconstruir la confianza en las fuerzas del orden es una máxima prioridad. Aseguró a los ciudadanos que la renovación del liderazgo era el primer paso para abordar los problemas sistémicos expuestos por la investigación estadounidense.
¿Qué sigue para el trabajo?
La acusación, publicada a finales de noviembre, centró la atención internacional en el papel de las Bahamas como centro importante del tráfico transnacional de drogas. Los funcionarios estadounidenses han descrito la conspiración como extensa y vinculada a una red de individuos corruptos.
El escándalo ha erosionado la confianza en las instituciones gubernamentales y ha alimentado las demandas de transparencia. Se esperan protestas y un mayor escrutinio a medida que continúan las investigaciones, lo que presionará a la administración Davis para que realice reformas significativas. Este evento probablemente cambiará la política y la aplicación de la ley en las Bahamas en los años venideros.
Este artículo contiene información de Associated Press.