El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, acusó el lunes a Israel de 54 violaciones del alto el fuego que puso fin a la guerra entre Hezbolá e Israel. Calificó estas acciones como “violaciones graves” y exigió una intervención internacional urgente.
En sus comentarios al periódico libanés Al-JumhuriyaBerry condenó la destrucción de viviendas por parte de Israel en aldeas fronterizas, los implacables drones de vigilancia y los ataques aéreos que causaron víctimas. Se deben detener las “acciones agresivas” para preservar la frágil paz y proteger la estabilidad regional de mayores perturbaciones, afirmó.
Israel, que reivindica el derecho a responder a las violaciones del alto el fuego, no hizo comentarios de inmediato sobre las afirmaciones de Berry.
Más tarde el lunes, el ejército de Israel dijo que Hezbollah había abierto fuego contra la zona fronteriza en disputa, el primer ataque reportado desde que comenzó el alto el fuego.
El ejército israelí dijo que se dispararon dos cohetes contra el Monte Dov, un área en disputa en la zona agrícola de Sheba, donde se encuentran las fronteras del Líbano, Siria e Israel. Según funcionarios israelíes, los proyectiles cayeron en zonas abiertas y no causaron heridos ni daños.
El corresponsal militar israelí Yoav Zeyton informa desde su cuenta X: “Por primera vez desde el alto el fuego en el norte: Hezbolá disparó dos cohetes contra Israel, aparentemente desde lanzacohetes en dirección al monte Dov. Cayeron en zonas abiertas. No hay víctimas.”
Los ataques con drones han aumentado las tensiones
Un dron israelí atacó el lunes una excavadora militar en la ciudad nororiental de Hermel, hiriendo a un soldado, dijo el ejército libanés.
Por otra parte, el Ministerio de Salud libanés informó que una persona murió en un ataque con drones en Jdeidet Marjayoun, en el sur del Líbano, y otra resultó herida en la provincia de Bint Jbeil.
Los incidentes se produjeron tras un ataque aéreo en la provincia de Marjayoun el sábado, en el que, según informaron los medios estatales libaneses, murieron dos personas.
A pesar del acuerdo de alto el fuego, persisten las tensiones en la frontera y los civiles de las zonas afectadas temen una escalada de violencia. Muchos han evacuado ciudades fronterizas y buscado refugio en zonas más seguras.
Llamado al control del alto el fuego
Berry pidió al comité técnico responsable del seguimiento del alto el fuego que tome medidas inmediatas contra las supuestas violaciones israelíes. Pidió al comité “obligar a Israel a detener sus violaciones y retirarse de los territorios libaneses sin demora”.
La tregua entró en vigor el miércoles pasado para poner fin al largo conflicto. Berry señaló que Líbano y Hezbollah se han adherido estrictamente a los términos desde su inicio.
Aliados e implicaciones más amplias
Como líder del movimiento chiita Amal, estrechamente aliado con Hezbolá, las declaraciones de Berry subrayan el delicado equilibrio de poder en la región. El grupo militante chiíta se ha abstenido de reanudar las hostilidades por ahora, a pesar de los informes de violaciones.
Las acusaciones de Berry se producen en medio de un mayor escrutinio de las acciones de Israel en la región, mientras los observadores internacionales piden moderación a todas las partes. La frágil tregua sigue siendo una prueba crítica de estabilidad en la región que lleva mucho tiempo en conflicto.
Las violaciones del alto el fuego, de confirmarse, podrían poner en peligro los esfuerzos por mantener la paz y restablecer la confianza entre las partes. El Líbano continúa ejerciendo presión diplomática para lograr un acuerdo, busca una mayor participación internacional en la resolución del conflicto y pide a los aliados que aumenten la ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
Este artículo incluye informes adicionales de The Associated Press.