Lachlan Galvin tiene 19 años, el talento joven más sensacional de la NRL en años y solo está envejeciendo con la ayuda saludable de McDonald’s.
El quinto octavo de los Tigres creció otros dos centímetros hasta los 193 cm (el número 6 regular más alto del juego) y pasó tres segundos de su ya récord del club en la contrarreloj de 1,2 km.
Pero los Tigres, que jugaron con alrededor de 85 kg durante su impresionante temporada de novato, quieren que Galvin agregue tamaño a su larguirucho cuerpo, algo con lo que ha tenido problemas hasta ahora en esta pretemporada.
La licencia para comer de los Tigres no obliga a Galvin a tomar una docena de Coca-Colas Light, Doritos y McDonald’s como lo hace Donald Trump.
Pero el entrenador Benji Marshall recomienda que además de “caminar a mi alrededor y asegurarse de hacer todos mis ejercicios” en el gimnasio, se regale regularmente cenas de McDonald’s después de los partidos.
“No como lo suficiente. Todas las mañanas estoy aquí, me dicen desayuna, almuerza, me miran comer [because] Necesito bajar de peso. “Estoy luchando, pero estoy haciendo lo mejor que puedo”, dijo el campocorto de los Tigres.
“La dietista Claire (Flower) dice: ‘Come lo que quieras, Lachlan, es genial’.
“De camino a casa, recibo una caja de comida de La Meca. [after games] entonces me gusta jugar. Clare habló de objetivos calóricos, pero ni siquiera sé lo que eso significa. Intento comer tanto como sea posible. Si vengo por la mañana y mi peso es mayor que ayer, soy feliz”.