Cuando Megan Herbert recibió la llamada y le dijeron que había ganado el premio a caricaturista político del año en Australia, obtuvo la respuesta más profesional.
“No les creí. Pensé que era una broma. Sí, sí. “¿Quieres una cuenta regresiva?” Yo dije. Pero ellos dijeron: “No hay error y a una sola voz”. Dije: “¿Qué? Guau.”
No hay ninguna falsa modestia en esto. Herbert es relativamente nuevo en el juego. Su primer trabajo remunerado no apareció hasta 2021 Joven y Heraldo de la mañana de Sydney, donde ahora se publica cada segundo lunes.
Si bien dibujar dibujos animados es una pasión, es parte de una vertiginosa variedad de trabajos.
“No puedes sustentarte con el salario de un caricaturista”, afirma. “Tengo alrededor de 10 trabajos diferentes que suman una carrera y un ingreso estable”.
El principal esta encendido Vecinos. “Empecé mi primer trabajo universitario con ellos en el año 2000 como fotocopiadora y he trabajado en todos los puestos hasta llegar a productor de guiones y ahora soy guionista independiente”.
Su trabajo tampoco es exclusivo del campo de las caricaturas políticas. Su estilo va en muchas venas. El neoyorquinorevista a la que ha presentado sin éxito muchos trabajos y todavía espera entrar algún día en sus páginas históricas.
“No voy a hacer esa clásica caricatura política australiana en la que haces un dibujo divertido de un político con una nariz grande”, dice. “No es mi estilo y a veces me siento mal por ello. Acosados por trolls, no encuentran divertidos mis dibujos animados.”