Estados Unidos importa alrededor del 60 por ciento de su fruta fresca y el 40 por ciento de sus verduras frescas.
Entre los países donde se producen estos productos, México es el mayor contribuyente: si el presidente electo Donald Trump cumple su última amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento, los consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos en una variedad de productos alimenticios que pueden ver y producir. . todo traído por la frontera sur.
Según la Universidad de CaliforniadavisMéxico es el principal proveedor extranjero de tomates, aguacates, frambuesas, pimientos morrones y fresas a Estados Unidos.
México representó el 64 por ciento de las importaciones estadounidenses de hortalizas y el 46 por ciento de las importaciones estadounidenses de frutas y nueces en 2021, según UC Davis. Entre 2000 y 2021, el valor de las exportaciones hortícolas de México a Estados Unidos se cuadriplicará, según estimaciones universitarias.
La cerveza está incluida en estas categorías, y una gran parte de los bebedores estadounidenses también pueden enfrentar costos más altos, dada la popularidad de Corona y Modelo, el último de los cuales ahora es el número uno en Estados Unidos.
El éxito de México como fuente de importaciones de alimentos estadounidenses es el resultado de costos laborales más bajos (en algunos casos, una quinta parte de la compensación de los trabajadores agrícolas estadounidenses) y una estacionalidad más favorable, lo que significa que en algunos casos los productos son más frescos porque pueden cultivarse durante todo el año.
Trump ha insistido en que los países de origen pagarán el precio de cualquier arancel que su administración quiera imponer. Aun así, los economistas dicen que, en la mayoría de los casos, las empresas importadoras -que en teoría podrían tener su sede en Estados Unidos- soportan esos costos y, en muchos casos, los pasan a los usuarios finales: los consumidores estadounidenses.
Mientras tanto, esos mismos economistas continúan advirtiendo que las propuestas arancelarias generales de Trump, que incluyen aranceles del 25 por ciento sobre las importaciones canadienses y un impuesto adicional del 10 por ciento sobre los productos chinos, alimentarán nuevamente la inflación. En una nueva nota, los analistas de Goldman Sachs ficticio Los últimos planes de Trump aumentarían la inflación en aproximadamente un 1 por ciento.
Aun así, los analistas también señalaron que el anuncio de Trump fue más una “táctica de negociación” que un reconocimiento de acción. En particular, su última declaración –al menos en el caso de China– sugirió niveles arancelarios más bajos que los que propuso durante su campaña.
Aún así, los minoristas estadounidenses sugieren que Trump no está mintiendo. En una entrevista con CNBC la semana pasadaEl director financiero de Walmart dijo que el gigante de las grandes superficies está preparado para precios potencialmente más altos para sus clientes.
“Nunca queremos subir los precios”, dijo John David Rainey. “Nuestro modelo son los precios bajos todos los días. Pero puede haber casos en los que los precios para los consumidores aumenten.