Un operador del 911 guía a la mujer durante el rescate de los salvavidas.

LOS DESPACHADORES SON EL PRIMER PUNTO DE CONTACTO EN UNA EMERGENCIA. LO QUE HAGA AL OTRO EXTREMO DE LA LLAMADA LE DIRÁ CUÁL ES LA SITUACIÓN CUANDO REALICE UNA LLAMADA TELEFÓNICA. SHAWANDA DONES, REPORTERA DE WDSU NORTH SHORE BUREAU, LE MUESTRA CÓMO EL PENSAMIENTO RÁPIDO Y MUCHA INTELIGENCIA DE LOS DESPACHADORES AYUDARON A UNA MUJER A TRAVÉS DE UNO DE LOS MOMENTOS MÁS ATERRADORES DE SU VIDA. ESTOY FUERA DEL DISTRITO DE COMUNICACIÓN DE TODO EL SITIO DONDE LAS VOCES DE LOS DESPACHADORES DEL 911 SE HAN CONVERTIDO EN UN SALVAVIDAS. LLAMA A TODAS HORAS PARA MANTENER A SU SUEGRA EN LA VIDA. EL RELOJ SE ESTÁ AGOTANDO EL TIEMPO. EL INCENDIO FUE LA DIRECCIÓN DE UNA EMERGENCIA MÉDICA. DIANE BURKHART NUNCA PENSÓ QUE TENDRÍA QUE RESCATAR A SU SUEGRA EN LA VIDA. PERO A PRINCIPIOS DE ESTE MES LO HIZO. MI. Y LA VI Ahogándose, ESTABA HABLANDO POR TELÉFONO CON MI MARIDO PASÓ PASÓ PASÓ PASÓ PASÓ. BURKHART VA A SACAR LA COMIDA DE SU GARGANTA E INCLUSO INTENTA LA MANIOBRA DE HEIMLICH Y SUS LABIOS SE VUELVEN AZULES Y COMIENZA A CARGAR DIFÍCILMENTE. DEBE BOMBEAR DURO Y RÁPIDO AL MENOS DOS VECES POR SEGUNDO Y DOS PULGADAS DE PROFUNDIDAD. ALBERT EVANS HA SIDO DESPACHADOR EN EL CENTRO DE DESPACHO DEL 911 EN LACOMBE DURANTE CINCO AÑOS. Dejaré que el cofre entre entre bombas y lo haremos hasta que Ayuda se haga cargo. ACABA DE PASARME A TRAVÉS DE ÉL. NUNCA HE TOMADO UN CURSO DE RCP. NUNCA HICE NADA. LA SUEGRA DE BURKHART PODRÍA RESPIRAR DE NUEVO DESPUÉS DE QUE LOS ENCUESTADOS FALLARON. LUEGO LO LLEVARON EN AERONAVE AL HOSPITAL Y LO DIERON DE ALTA UNOS DÍAS DESPUÉS. EVANS DICE QUE ES MENOS OBVIO SABER EL RESULTADO DE UNA LLAMADA ABUSIVA. MUCHA GENTE ESPERA QUE TUS PUNTOS DE VISTA SON DIFERENTES. AHORA, EVANS SABÍA QUE ESTOS ESPECTÁCULOS SALVABAN VIDAS. EVANS DICE QUE HACER SABER AL DESPACHADOR DÓNDE ESTÁ, CONECTAR EL FUEGO PODRÍA SIGNIFICAR LA DIFERENCIA ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE. CADA SEGUNDO CUENTA. INFORME DE L

Un operador rápido del 911 ayuda a salvar la vida de una mujer que se estaba asfixiando con instrucciones

Diane Burkhart nunca pensó que estaría en una situación de vida o muerte con su familia, pero eso es exactamente lo que sucedió a principios de este mes. Su suegra se atragantó y el pánico rápidamente se apoderó de ella. Describió el aterrador momento: “Lo vi asfixiándose. Estaba hablando por teléfono con mi esposo y simplemente dije: “¡Dios mío, llama a alguien!”. Empecé a gritar. Burkhart intentó desesperadamente despejar las vías respiratorias de su suegra, incluso intentó la maniobra de Heimlich, pero nada funcionó. Entonces los labios de su suegra se pusieron azules y empezaron a caerse. La situación era grave y necesitaban ayuda inmediata. Fue entonces cuando la llamada llegó a Albert Evans, un despachador veterano con cinco años de experiencia en el centro de despacho del 911 de Lacombe en Luisiana. La voz tranquila e inquebrantable de Evans disipó el pánico. “Te diré exactamente qué hacer”, dijo, dirigiendo a Burkhart mientras cada segundo contaba. “Nunca he hecho un curso de RCP. Yo nunca haría eso”. Siguiendo las instrucciones de Evans, Burkhart inició la RCP. Unos minutos más tarde, su suegra empezó a respirar de nuevo antes de que llegaran los socorristas. Lo trasladaron en avión al hospital y le dieron el alta unos días después. Para Evans, conocer el resultado de la llamada de emergencia es un honor poco común. “Muchas veces uno tiene que esperar que sus instrucciones hayan marcado una diferencia”, dijo. Esta vez supo con certeza que sus instrucciones habían salvado una vida. En caso de emergencia, cada segundo cuenta.

Diane Burkhart nunca pensó que estaría en una situación de vida o muerte con su familia, pero eso es exactamente lo que sucedió a principios de este mes. Su suegra se atragantó y el pánico rápidamente se apoderó de ella.

Describió el aterrador momento: “Lo vi asfixiándose. Estaba hablando por teléfono con mi esposo y pensé: “¡Dios mío, llama a alguien!”. Empecé a gritar.

Burkhart intentó desesperadamente despejar las vías respiratorias de su suegra, incluso intentó la maniobra de Heimlich, pero nada funcionó. Entonces los labios de su suegra se pusieron azules y empezaron a caerse. La situación era grave y necesitaban ayuda inmediata.

Fue entonces cuando la llamada llegó a Albert Evans, un despachador veterano de cinco años en el centro de despacho del 911 de Lacombe, Luisiana. La voz tranquila y firme de Evans disipó el pánico. “Te diré qué hacer”, dijo, señalando el camino a Burkhart mientras cada segundo contaba.

“Simplemente pasó de largo”, recordó Burkhart. “Nunca he hecho un curso de RCP. Nunca he hecho algo así”.

Siguiendo las instrucciones de Evans, Burkhart inició la RCP. Unos minutos más tarde, su suegra empezó a respirar de nuevo antes de que llegaran los socorristas. Fue trasladado en avión al hospital y dado de alta unos días después.

Para Evans, conocer el resultado de la llamada de emergencia es un honor poco común. “Muchas veces uno tiene que esperar que sus instrucciones hayan marcado una diferencia”, dijo.

Esta vez supo con certeza que sus instrucciones habían salvado vidas.

Evans aconseja a quienes llaman que compartan su ubicación inmediatamente cuando llamen al 911, y enfatiza que cada segundo cuenta en una emergencia.

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