Matthew Lillard pensó que “Scooby-Doo 2” era un no-no. 1 en la hoja de convocatoria durante los siguientes 10 años. Luego colapsó y su carrera se volvió “irrelevante”.

Matthew Lillard pensó que su carrera estaba a punto de explotar en 2002 cuando el éxito de Scooby-Doo (que recaudó 275 millones de dólares en todo el mundo) lanzó la franquicia. El actor firmó para repetir su papel de Shaggy en Scooby-Doo 2: Monsters Unleashed de 2004 y obtuvo el mayor sueldo de su carrera. El único camino para su carrera era arriba. O eso pensó.

“Pensé que iba a ser el número uno en la lista de películas durante los próximos 10 años”, admitió Lillard recientemente. Información privilegiada sobre negocios. “Y la verdad fue todo lo contrario”.

Scooby-Doo 2: Monsters Unleashed fue una película crítica y no logró cruzar la marca de los 200 millones de dólares en todo el mundo, superando fácilmente a la original. El fracaso de la secuela de Scooby-Doo detuvo la carrera de Lillard, obligándolo a priorizar sus objetivos como actor.

“Quedé atrapado en el éxito de lo que estaba haciendo, quedé atrapado en los papeles que obtuve, quería ser famoso entre comillas”, admitió Lillard, señalando que finalmente tuvo que parar. preocuparse por la búsqueda de la fama.

“Quería actuar en Dancing with the Stars”. Y si hiciera ‘Dancing with the Stars’, nunca ganaría un Premio de la Academia”, dijo Lillard. “Si hago ‘Dancing with the Stars’, seré famoso, no un gran actor, y sólo quiero ser un gran actor. Yo dije [to my agent]”Sólo quiero ser actor. Sólo quiero estar en películas. Quiero hacerme ilusiones”.

El actor añadió: “He pasado por momentos buenos y malos. Era insignificante y pensé que nunca volvería a trabajar.

El cambio de mentalidad le permitió a Lillard tener éxito de una manera que nunca esperó. Si bien continuó dando voz a Shaggy en varias películas animadas de Scooby-Doo, también consiguió papeles secundarios en la película ganadora del Oscar Descendientes y The Trouble with the Curve de Clint Eastwood.

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