El final de temporada de ‘Someone Somewhere’ es genial para la televisión: revisión de televisión

En la temporada 1 del drama Somebody Somewhere, ganador del premio Peabody de HBO, Sam Miller (Bridget Everett) lidia con el dolor y la ira en los meses posteriores a la muerte de su hermana mayor, Holly. En la temporada 2, lucha por encontrar nuevamente su lugar en su ciudad natal mientras lidera su primer gran éxito con su mejor amigo, Joel (Jeff Hiller), y lucha con un secreto que Holly le oculta. Ahora, en la tercera temporada de esta asombrosa serie, Sam finalmente se instala en su pequeña comunidad e intenta afrontar el cambio sin refugiarse en viejos hábitos de aislamiento y autodesprecio. Tan mágica como siempre, la última temporada de Somebody Somewhere es un retrato increíblemente honesto de la amistad, la gracia y el coraje.

Ambientada en Manhattan, Kansas, Somebody Somewhere captura la tranquilidad, el encanto y la monotonía de la vida en un pueblo pequeño. En lugar de ser condescendientes, los creadores Hannah Bos y Paul Turen ofrecen una ventana alegre y bellamente compasiva a este lugar y a las personas que lo llaman hogar. Las comidas compartidas, los estudios bíblicos y los chismes son partes esenciales del programa, pero el amor y la conexión entre los residentes son las joyas más brillantes de la serie.

Cuando comienza la temporada 3, Sam tiene un nuevo trabajo. Sam trabaja en el bar local, Cock n’ Bull, además de ayudar a su hermana Tricia (la maravillosa Mary Catherine Garrison) con la planificación de eventos y su negocio de Etsy. Aunque nunca pretende ser un folk, Sam prospera como barman, charlando con los clientes habituales, manteniendo los vasos llenos y riéndose de sus propios chistes obscenos. Aún así, su nuevo trabajo no es el único cambio al que se enfrenta. Con su madre en un centro médico y su padre (el fallecido Mike Hagerty) jubilado en Michigan, Sam y Tricia alquilan la granja familiar al pedregoso y alto islandés (Darry Olafsson). El pasado de la familia Miller. Sam parece estar tomando estos cambios con calma, pero cuando Joel anuncia que venderá su casa y terminará su contrato de arrendamiento para mudarse con su novio, Brad (Tim Bagley), Sam descubre que sus amistades y sus finanzas están trastornadas para siempre y comprende el cambio.

Con Fred (Murray Hill), amigo de Joel y Sam, oficialmente comprometido, Sam y Tricia, recién divorciados y con el nido vacío, se encuentran en etapas de vida similares. La relación de Sam y Joel es el centro del programa, pero ver crecer y fortalecerse la relación fraternal entre Sam y Tricia es fascinante. El episodio 4, “¿Qué pasa si se propaga?”, sigue a los dos a la Great Plains Expo en Wichita. Después de un día de networking y compras en puestos, Sam se sorprende y se divierte con las escandalosas revelaciones de Tricia sobre su vida sexual, un punto de inflexión para la pareja. Sam tiende a despreciar un poco a su hermana, pero admira el coraje de Tricia al dejar un matrimonio infeliz y abrirse un camino profesional con sus eventos y su negocio de almohadas. (Tricia hace cojines hechos a mano con palabras groseras cosidas).

Aunque las hermanas comparten una almohada rellena de pinot grigio, la amistad de Joel y Sam nunca ha sido mejor. Everett y Hiller son particularmente atractivos; juntos son magnéticos. Durante dos temporadas, los espectadores han visto a Sam apoyarse en Joel. La conexión del dúo fue el bálsamo que cubrió los agujeros en otras áreas de la vida de Sam. Sin embargo, esta temporada finalmente nos permite ver lo importante que es ella para Joel. En el episodio 5 de “Num Nums”, Sam, Tricia borracha y sus amigos se reúnen en la casa de Joel y Brad para el Día de Acción de Gracias. Cuando Brad revela los detalles de su pasado, Sam se da cuenta de que el amor verdadero no viene con un libro de reglas. Comienza a comprender que para lograrlo debe estar dispuesto a correr riesgos terribles, lo que significa exponer una debilidad que ha ocultado profundamente durante tanto tiempo.

A lo largo de la serie, Sam lucha con problemas financieros, problemas de salud, la entrometida esposa de Fred, Susie (Jennifer Smudge), y un nuevo y sorprendente interés amoroso. A veces recurre a mecanismos de afrontamiento, se cierra y recurre a un diálogo interno negativo. Aún así, con Joel y Tricia como presentadores, impresiona por su voluntad de probar cosas nuevas.

Sam ha mejorado en su capacidad para afrontar situaciones inesperadas, pero la sorprendente crisis de fe de Joel sorprende a la audiencia y a Sam. Mientras Joel es testigo de cómo varios aspectos de su lista de deseos se hacen realidad, se lamenta por la pérdida de otros y se enfrenta a una identidad infantil compleja, Sam demuestra que incluso los más optimistas pueden tropezar y tropezar. Asumir el papel de “amiga fuerte” le muestra que está bien estar donde está.

Por supuesto, no sería “Somebody Somewhere” sin la canción de Everett. La actriz es una cantante de cabaret de formación, pero el miedo de Sam a actuar en público está a la vanguardia del espectáculo. Esta temporada también presenta arrebatos emocionales, chistes sexuales obscenos y algunas lágrimas. Estos elementos hacen que la serie se sienta como un regreso a casa y la distinguen de casi todo lo que aparece en la televisión actual. A través de hermosas sorpresas y fracasos devastadores, Sam aprende que está bien seguir adelante y pedir lo que quiere, incluso si no está segura de merecerlo. Después de todo, la vida no siempre se trata de grandes cambios. A veces, simplemente quiere más y da pequeños pasos para seguir adelante.

La tercera temporada de “Somebody Somewhere” se estrena el 27 de octubre en HBO y los nuevos episodios se transmiten semanalmente los domingos.

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