A pesar del éxito que Fuerza Regida está experimentando gracias a su colaboración con Shakira, el grupo de corridos tumbados se encuentra en una situación preocupante, ya que han sido amenazados por un presunto grupo delictivo.
Según informes de varios medios en Tijuana, el martes 2 de octubre, apareció una manta en la ciudad advirtiendo a la banda que no se presentara en el Estadio Caliente este próximo viernes, un espectáculo que habían programado con meses de antelación.
El mensaje, similar al que Peso Pluma recibió recientemente, les exigía no pisar la ciudad, ya que, de lo contrario, este concierto sería el último de sus vidas y de su carrera. La nota estaba firmada con las siglas CJNG, el mismo grupo que presuntamente amenazó al cantante.
A diferencia de otros artistas, Fuerza Regida actuó con rapidez y, poco después de que se conociera la amenaza, publicaron un comunicado oficial en sus redes sociales anunciando la cancelación de la fecha.
Sin entrar en detalles, el grupo explicó que el concierto no se llevaría a cabo debido a razones fuera de su control: “Evento en Tijuana cancelado por razones fuera de nuestro alcance. Muchas gracias Mi Raza”, expresaron.
Las reacciones de los seguidores fueron diversas; algunos expresaron comprensión y lamentaron la intimidación a la que se enfrentan varios artistas, mientras que otros criticaron al grupo, recordando que el género de los corridos tumbados a menudo hace referencia al narcotráfico.
“Primero la salud y luego lo demás”, “¿No eran muy valientes?”, “No es lo mismo hablarle al diablo que verlo llegar”, “México inseguro”, “Quédense en EU”, “Es por su bien, ánimo bros.”, son algunos de los comentarios que circulan en redes.
Hasta el momento, la agrupación no ha comentado más al respecto, y tampoco ningún miembro de su equipo de trabajo ha hecho declaraciones.
Este incidente destaca la creciente preocupación en la industria musical mexicana, donde varios artistas se han visto afectados por amenazas de grupos delictivos. La cancelación de eventos importantes como este no solo impacta la carrera de los artistas, sino que también plantea cuestionamientos sobre la seguridad en el mundo del espectáculo en México.